Definimos la visión como la capacidad que tienen las personas para procesar la información visual que llega del entorno, dotándola de un significado y comprendiendo así lo que ve a través de sus ojos.
Se entiende entonces que la visión es algo mucho más complejo que tener una agudeza visual de 1.0 o una visión en tres dimensiones de 40 segundos de arco.
Por tanto la visión es un proceso global, en el que el sistema visual trabaja para identificar, interpretar y comprender lo que vemos.
Aproximadamente el 80% de toda la información sensorial que recibimos es visual, por lo que es evidente que hablamos del sentido predominante en el ser humano. Este dato nos hace plantearnos que cuando nos encontramos con un paciente que tiene bajo rendimiento académico, existen motivos para pensar que estas dificultades puedan estar asociadas con el sistema visual.
Por otro lado, el aprendizaje escolar es en su mayoría lectoescritor, por lo que el niño procesa toda la información a través de la visión y la audición.
En definitiva, tener unos sistemas visual y auditivo eficaces son la llave para que un niño con inteligencia normal consiga un rendimiento académico optimo.
La agudeza visual es imprescindible para poder discriminar detalles cada vez más pequeños.
Unos movimientos oculares óptimos permiten realizar un movimiento rápido y preciso de los ojos a lo largo de las líneas de un texto, así como cambiar de la pizarra al cuaderno. Además, son importantísimos para algunos deportes como el tenis o bádminton, donde la coordinación ojo – mano es imprescindible.
Tener un enfoque preciso y automático es básico para para poder realizar una tarea a unos 30 – 40 cm de los ojos de manera prolongada y manteniendo la atención.
La binocularidad bien desarrollada hace que en nuestro sistema visual los dos ojos trabajen como un equipo obteniendo un rendimiento como si fueran uno sólo. De esta manera obtendremos una imagen simple de lo que leemos.
Las habilidades perceptuales se usan para procesar la información visual, tratándose de las herramientas de que disponemos para procesar lo que estudiamos.
Tener una evolución óptima desarrollando las competencias motoras básicas es fundamental para el aprendizaje.
No comprende lo que lee.
Mueve la cabeza cuando lee.
Invierte letras o palabras.
Solo aprende si alguien se lo lee.
Los deberes son motivo de discusión.
Se salta palabras cuando lee.
Sigue la lectura con el dedo.
Se cansa cuando escribe.
Abandona la tarea.
Se tumba sobre la mesa.
Adopta malas posturas al estudiar.
Las notas no se corresponden con el esfuerzo realizado.
Se sabe la lección pero no hace bien los exámenes.
